- Crea el hábito de realizarlo periódicamente intentado guardarte un momento del día para la práctica. A veces, podemos realizarlo antes de ir a dormir o al levantarnos, si durante el día estamos más ocupados.
- Puedes empeza con 5-10 minutos diarios e ir aumentando paulatimente.
- Busca un lugar tranquilo de tu casa en el que te sientas cómodo.
- Ten en cuenta la iluminación, la temperatura y los ruidos ambientales del lugar donde lo vayas a realizarla, para estar lo más confortable posible.
- Acondiciona ese lugar para la práctica de la relajación con velitas, incienso, difusor de aceites esenciales, música que sea agradable, alguna mantita por si tenemos frio, un cojin en la cabeza para estar cómodos si estamos estirados, algun cuadro de un bosque o del mar que te transporte hacia un lugar de calma de serenidad.
- Viste ropa cómoda que no te apriete y evita llevar joyas que puedan molestar durante la sesión de relajación.
- Busca una postura cómoda ya sea sentado, tumbado o en posición de loto manteniendo la columna recta.
- Apoya las rodillas sobre un cojín si realizas la relajación tumbado. Así la posición será más agradable.
- No comas ni bebas en exceso antes de realizar una relajación.
- Dedica el tiempo necesario para realizarla sin prisas, expectativas ni juicio de valor. Sólo déjate fluir, conecta con tu cuerpo y disfruta del momento.
- Realiza ejercicios de estiramientos antes de practicar la relajación. Algunas personas acumulan mucha tensión corporal, lo que les dificulta poder llevar a cabo una relajación óptima. Estos ejercicios siempre se realizarán bajo supervisión de un profesional.
Si es la primera vez que realizas una relajación te aconsejo utilizar música de relajación guiada. De esta manera, conseguirás concentrarte mejor y relajarte de una manera más fácil.
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